Asomado al Mirador de la Grieta, balcón natural del Río Genil, en plena Plaza del Convento, encontrará un establecimiento con una propuesta gastronómica y cultural de lo más apetecible.
Nuestra arquitectura, decoración e iluminación te hará sentir en un lugar cálido e íntimo, en un entorno lleno de historia. Recorrer nuestra carta es una experiencia gastronómica irresistible, una ocasión única para conocer la rica y variada gastronomía del centro de Andalucía.
Cuenta con cuatro ambientes claramente diferenciables, bodega, salón comedor, bar-cafetería y terraza.
En las inmediaciones de nuestro mesón, podrá disfrutar de la contemplación de la naturaleza, y visitar algunos de los lugares de mayor valor patrimonial de la localidad entre los que destacan la Portada Barroca del Convento de Carmelitas Descalzos que antiguamente existía en este lugar, así como podrá disfrutar del museo de historia local de Benamejí.
Por ello el Mesón Puerta del Convento toma su nombre de esta portada barroca que hay junto a la entrada. Ésta formaba parte del convento de Carmelitas Descalzos que hubo en este lugar, dando acceso a su iglesia. Aunque la imagen titular era la Virgen del Carmen, se llamó convento de los Remedios, el nombre de la primitiva ermita que aquí existía y junto a la que se levantó. Lo fundó en 1682 el primer Marqués de Benamejí, José Diego de Bernuy. Su bisabuelo, Diego de Bernuy Barba, había hospedado en su casa de Burgos a la mismísima Santa Teresa, reformadora de la orden del Carmelo.
El Convento reunió una importante colección de libros y obras de arte que pasaron a la iglesia y a la ermita o fueron vendidos una vez abandonado el lugar tras las desamortizaciones del Siglo XIX
y la exclaustración de los carmelitas en 1835. En su iglesia siguió existiendo el culto hasta el abandono definitivo tras la caída de su torre en 1905. A partir de entonces sus materiales se comenzaron a usar para otras construcciones. Durante el Siglo XX fue casa de vecinos y sufriría en parte movimientos de tierra de la cercana “Grieta”. Por último, el lugar se convertiría en yesería y en vaqueriza. El símbolo de los carmelitas se incorporó a retablos, peanas y altares que aún se conservan. Como singularidad aparece en muchos de los artísticos portones de las casas de Benamejí.
Hoy el Mesón, más de tres siglos después de la fundación del convento, recupera ese símbolo como emblema propio. El Mesón Puerta del Convento, la puesta en valor de un espacio cultural, una cuidada atención y un servicio de calidad.